Hiperficciones
Hoy no voy a mirar hacia dentro. Ayer bajé de mi nube un rato, me paseé por el mundo y lo ví un poco. Me encontré con una personita. Comentamos que están organizando unos “sucesos musicales” Hoy en día los “sucesos musicales” son muy corrientes. De cualquier tipo. Todos los fines de semana. En cualquier ciudad. Cuanto más crece una ciudad, más y mayores son dichos eventos.
La ciudad donde vivo ahora está creciendo. Se nota en el aumento de actividades culturales y recreativas. Y por supuesto también en el aumento del número de los centros comerciales/outlets (imprescindible en toda Ciudad que se precie). Asímismo, en el área en que vivo se han multiplicado las naves (de ensayo) industriales (para grupos musicales) y las salas de concierto de mediano tamaño tirando a grande. Los festivales –de todo y sobre todo- se reproducen como hongos. Y en los últimos tiempos grupos de relevancia comprobada (a nivel internacional!) se han dignado por fin, a posas sus pies por estos escenarios.
Es bonito vivir un despegue económico y cultural. Y más en los temibles días que nos está tocando vivir. Parece que el fin del mundo se nos va a echar encima cualquier día. Pero está bien que aquí, mientras eso llega, seamos felices. Felices como la creciente cantidad de empresarios que apuestan por esta tierra para dirigir sus inversiones. Felices como la inmensa masa de jubilados que ya no quieren saber nada del mundo (y la gran mayoría de veces, el mundo tampoco quiere saber nada de ellos) y que vienen a depositar sus últimos años a este lugar. Felices como toda esa juventud cuyas ambiciones están centradas en lograr un trabajo estable con el que poder cubrir sus necesidades vitales y pagarse los entretenimientos. Entretenimientos que pueden ser muy variados: prácticar sus deportes favoritos (comprándote el equipo necesario para ello; no me extiendo a las marcas), tomarse unas (cuantas) copas los fines de sema, cenar fuera, montar un grupo musical que toque en el festival local, comprarse libros, música, películas, una tele nueva, una casa mejor, un coche más y más grande, más y más veloz, un aparato de música mejor que el de tu hermano/a, vecino/a, amigo/a... (como veis no incluyo aquellos hobbys que considero “algo más sordidos”; pero en esta lista me gustaría incluir drogarse ( y no me seais simples, no me refiero a la típica imagen de yonki con cara de zombi feliz o triste...los años noventa probaron sobradamente que existen otros tipos de yonkis: yonkis trajeados y con el pelo engominado, yonkis con la mandíbula desencajada, yonkis hiperactivos y sudorosos, yonkis que lloran de la risa, yonkis que comen sin parar y luego vomitan humo, comida, bebida....hasta la primera papilla)-y sigo con mi lista: matar (cuántas cosas se pueden matar...pensadlo), desarrollar fobias, coleccionar psicólogos, psicoanalistas, medicinas de colores, inventar nuevos pecados, o nuevas razones para vivir...
...y podría seguir hasta que os aburriera, si no lo he hecho ya.
A casi nadie le sorprenden ya las novedades tecnológicas más allá del ohhhh....mira!, y luego: yo quiero uno!...Qué es lo que ocurre...lo real se come a lo real...de verdad nos hemos creido que SOMOS CAPACES DE TODO?
(la realidad sobrevivida va más rápido que la información y esto destruye la realidad)
La ciudad donde vivo ahora está creciendo. Se nota en el aumento de actividades culturales y recreativas. Y por supuesto también en el aumento del número de los centros comerciales/outlets (imprescindible en toda Ciudad que se precie). Asímismo, en el área en que vivo se han multiplicado las naves (de ensayo) industriales (para grupos musicales) y las salas de concierto de mediano tamaño tirando a grande. Los festivales –de todo y sobre todo- se reproducen como hongos. Y en los últimos tiempos grupos de relevancia comprobada (a nivel internacional!) se han dignado por fin, a posas sus pies por estos escenarios.
Es bonito vivir un despegue económico y cultural. Y más en los temibles días que nos está tocando vivir. Parece que el fin del mundo se nos va a echar encima cualquier día. Pero está bien que aquí, mientras eso llega, seamos felices. Felices como la creciente cantidad de empresarios que apuestan por esta tierra para dirigir sus inversiones. Felices como la inmensa masa de jubilados que ya no quieren saber nada del mundo (y la gran mayoría de veces, el mundo tampoco quiere saber nada de ellos) y que vienen a depositar sus últimos años a este lugar. Felices como toda esa juventud cuyas ambiciones están centradas en lograr un trabajo estable con el que poder cubrir sus necesidades vitales y pagarse los entretenimientos. Entretenimientos que pueden ser muy variados: prácticar sus deportes favoritos (comprándote el equipo necesario para ello; no me extiendo a las marcas), tomarse unas (cuantas) copas los fines de sema, cenar fuera, montar un grupo musical que toque en el festival local, comprarse libros, música, películas, una tele nueva, una casa mejor, un coche más y más grande, más y más veloz, un aparato de música mejor que el de tu hermano/a, vecino/a, amigo/a... (como veis no incluyo aquellos hobbys que considero “algo más sordidos”; pero en esta lista me gustaría incluir drogarse ( y no me seais simples, no me refiero a la típica imagen de yonki con cara de zombi feliz o triste...los años noventa probaron sobradamente que existen otros tipos de yonkis: yonkis trajeados y con el pelo engominado, yonkis con la mandíbula desencajada, yonkis hiperactivos y sudorosos, yonkis que lloran de la risa, yonkis que comen sin parar y luego vomitan humo, comida, bebida....hasta la primera papilla)-y sigo con mi lista: matar (cuántas cosas se pueden matar...pensadlo), desarrollar fobias, coleccionar psicólogos, psicoanalistas, medicinas de colores, inventar nuevos pecados, o nuevas razones para vivir...
...y podría seguir hasta que os aburriera, si no lo he hecho ya.
A casi nadie le sorprenden ya las novedades tecnológicas más allá del ohhhh....mira!, y luego: yo quiero uno!...Qué es lo que ocurre...lo real se come a lo real...de verdad nos hemos creido que SOMOS CAPACES DE TODO?
(la realidad sobrevivida va más rápido que la información y esto destruye la realidad)
1 Comments:
Hola mujer, hace tiempo qúe tomo el café solita. Me acuerdo de tí y de tus tes de olores :)
Ahora mismo tengo un libro en las manos que habla sobre "Hiperrealidad". Tú dices "hiperficciones", y mira como empieza: "Esto es la historia de un crimen, del asesinato de la realidad. Y del exterminio de una ilusión vital, la ilusión radical del mundo. Lo real no desaparece en la ilusión, es la ilusión la que desaparece en la realidad integral". Pero parece espesito, ya te contaré.
¿Sabes?esa ciudad se parece mucho a esta,lo noté en cuanto llegué. Y cuando volví a casa y comenté que había estado allí, algunas personas me dijeron que se parecía a esta ciudad. Si, es cierto.
Depende de la situación en la que estés, está bien verla crecer. Porque la mayoría de las veces te afila los dientes, para encontrar trabajo, para todo.
Me alegra qeu te esté dando el brote de escribir de nuevo.
Un besito.
Dua
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