La luz secreta
El sábado por la noche me regalaron un cuento. El domingo lo leí por la mañana y me hizo llorar. El lunes estuve pensando cosas mías. Hoy, Martes os regalo un fragmento de este cuento titulado "La Luz Secreta". No lo he escrito yo. Es un regalo que me hicieron y que yo ahora os hago.
Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no escucha música.
Muere lentamente quien no se deja ayudar.
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos.
Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite, por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.
Muere lentamente quien abandona un proyecto antes de iniciarlo.
Muere lentamente quien ya no se cuestiona a sí mismo, ni al mundo en el que vive.
Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no escucha música.
Muere lentamente quien no se deja ayudar.
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos.
Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite, por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.
Muere lentamente quien abandona un proyecto antes de iniciarlo.
Muere lentamente quien ya no se cuestiona a sí mismo, ni al mundo en el que vive.