martes, agosto 02, 2011

vacaciones en la playa I

Ayer me di una vuelta entre pequeños horrores frívolos.
Un infierno en alcohol.
Un patio de niños idiotas.
El recurso más burdo y bestial de la supervivencia humana.

Y yo era presa de la convención social,
según la he podido entender:
en mi cortedad era otra idiota.
Me até pesos en las cuerdas vocales.
Me pegué una sonrisa industrial.
Salí a ganar y perdí.

Perdí la voz.
Perdí la fuerza.
Perdí una noche.
Pero gane algo que se mueve
y amenaza
en una caja
y que aún no me dejan abrir.

Ayer estuve en un infierno.
Y ese infierno sigue en mí.