Cuento para ir a dormir
Todas las palabras se las lleva el viento.
Pero el viento no las puede entender.
Y cansado de llevar tanto peso,
abandona las palabras, los versos, los argumentos,
en fin, el verbo al completo,
en cualquier parte.
Las palabras al verse solas buscan refugio,
pues necesitan pertenecer.
Sino son de nadie, no son.
Desaparecen.
A veces para siempre.
Para siempre jamás.
Pero incluso cuando encuentran nuevo dueño
saben que tarde o temprano volverán al viento.
Y del viento incierto,
ciertamente nadie sabe a dónde irán.
Pero el viento no las puede entender.
Y cansado de llevar tanto peso,
abandona las palabras, los versos, los argumentos,
en fin, el verbo al completo,
en cualquier parte.
Las palabras al verse solas buscan refugio,
pues necesitan pertenecer.
Sino son de nadie, no son.
Desaparecen.
A veces para siempre.
Para siempre jamás.
Pero incluso cuando encuentran nuevo dueño
saben que tarde o temprano volverán al viento.
Y del viento incierto,
ciertamente nadie sabe a dónde irán.